Olvídate la Malinche.
Hijo de la Chingada no veo aquí.
Mas bien hijo afortunado,
Y heredero escogido de un legado doble
Y repleto con nobleza: legado del toro y del jaguar.
Bastardo jamás,
Sino hijo legítimo de
La sabiduría de Nezahualcoyotl,
Su canción de amor y filosofía
Corriendo en tu sangre,
Tanto como el humanismo de Cervantes,
O los romances del Cid que fueron
Los heraldos de tu fuerza.
Toro y jaguar, animales orgullosos y fuertes,
Estremeciendo a sus pares
Con su voluntad invicto.
Sube a nacer de nuevo, entonces,
Llevando en la corazón el poder
Y amor de tus antepasados.
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1 comment:
Here i sit,
broken hearted,
tried to shit,
but only farted
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